Los cenotes son cuevas sumergidas, ESPECTACULARES PARA BUCEARLAS, con estalagtitas y estalagmitas, que se formaron durante las épocas de bajada del nivel del mar durante los pulsos glaciares del período cuaternario. Los cenotes son, en la mayor parte de los casos, ensanchamientos de complejas redes fluviales subterráneas que en la época de la civilización Maya eran escenario de rituales religiosos.
Los cenotes son lugares sagrados para los Mayas contemporáneos, como lo fueron para sus ancestros. Según la tradición, el agua que atesoran esos pozos es considerada “virgen o pura” debido a que no ha sido tocada por la luz.
Los mayas concedían gran importancia al cenote o Dzonot, en lengua maya (de allí su nombre), que significa hoyo en el suelo o pozo.
El color del agua es turquesa muy transparente, aunque en algunos es verde esmeralda. Se estima que en la península de Yucatán existen más de 3000 distribuidos en todo el territorio.